#7_¿De dónde surge la motivación?
Ayer justo estaba en un momento de procrastinación de aquellos en los que las redes sociales te atrapan. Es un momento de debilidad en el que o sales pronto o te quedas más de lo que deberías.
Siempre hay algún gurú que tiene fórmulas mágicas de esas que te hacen sentir de lo más imbécil por no ser capaz de aplicarlas, pero seamos honestos, a veces cuesta, y no pasa nada.
Al menos a mi me pasa.
Si a ti no, igual eres uno de esos gurús entonces...
¡Es broma!
Total, que yo estaba navegando por Instagram y vi esas imágenes.
Un mar azul precioso y delfines nadando.
Fui haciendo scroll y descubrí ballenas jorobadas, tortugas, tiburones incluso...
Precioso.
Hace años pensé en lo espectacular que debe ser estar ahí abajo y descubrir ese fascinante mundo.
Pero también te diré que me da ansiedad solo imaginarme con la bombona y todo ese rollo que parece que va a estallar como no te saques varios másters.
Pero bueno, no es eso lo que quiero contarte, no en concreto.
Mal iría si viniera aquí a contarte mis males.
El hecho es que guardé el enlace al perfil de Instagram, fui a Notion (una herramienta digital que permite organizar proyectos, tareas, tomar notas, etc.) y creé una tabla en formato galería.
Escribí de título "me motiva".
Y no, no es que me rompiera muchos los cascos. No tenía ganas. No era lo importante.
Total que subí una imagen de esos delfines nadando en libertad y copié el enlace.
"Por si algún día se me pasa el rollo este de las bombonas" escribí.
Y eso me hizo pensar (ahora vengo con el rollo de coaching que no de gurú sobrado)
La motivación a veces te pilla en bolas.
Es una realidad.
Por eso es importante estar muy atento.
La motivación puede encontrarse de forma intencionada o no.
Por ejemplo: yo sé que me gusta el pádel (lo repito hasta en la sopa y si no lo sabes es que no llevas suficiente por aquí) así que juego torneos, voy a eventos de world padel tour, veo partidos repetidos por youtube... Lo que se tercie.
Sé que eso me gusta y me motiva, así que busco actividades relacionadas.
Y sé que eso me gusta porque lo he probado en algún momento.
Porque alguien me preguntó un día si jugaba y simplemente lo hice después de no empuñar una raqueta (y de tenis) desde hacia unos 15 años.
Mucha gente llega al proceso de coaching para hacer un trabajo de introspección y me dice, literal, "yo no sé qué me gusta ni qué me motiva".
Y aquí entra la búsqueda.
Hay muchas formas de hacerlo pero solo una de empezar: MUÉVETE porque la motivación no viene sola.
Dos formas de encontrar la motivación:
- Intencionada: sé las cosas que me gustan, las conozco, simplemente se trata de practicarlas a menudo y buscar propuestas.
- No intencionada: me lo encuentro de repente, lo veo y me despierta algo. Es el caso que te he contado sobre viajes organizados a Baja California que ahora pienso que haré algún día. Ese algo puede ser interés, curiosidad, emoción... Y estos que te encuentras de repente, son los que debes apuntar en un listado, no puedes perderlos.
Seguro que te ha ocurrido alguna vez, especialmente ahora que se acercan navidades que te viene a la cabeza algo que quieres o necesitas y dices "me lo pido para reyes". Pasas de apuntarlo porque te parece una tontería y resulta que ya no te acuerdas hasta pasadas las fiestas. Justo cuando revisas los regalos y piensas "para qué querré yo esto, con lo útil que hubiera sido..."Pues ocurre lo mismo. La vida pasa, y si no estás alerta no te enteras ni aprovechas los momentos de inspiración.Aquellos en los que de verdad conectas con quien eres. Y pasa lo mismo con el trabajo. Que a esto quería llegar yo.¿Cómo sé qué tipo de trabajo me gusta? Analiza tus motivaciones en tus trabajos actual y pasados. Crea un listado durante 15-20 días:
- Qué sí me motiva
- Qué no soporto hacer
Estas cosas tan simplonas que pasamos por alto y que parecen tan tontas, son ejercicios super sencillos y gratis, que nos permiten meter un pie en el autoconocimiento. Entender qué me gusta de mi trabajo en concreto y qué no me ayuda a relacionarlo con posibles salidas profesionales y cambios que puedan plantearse. Por ejemplo:
- Si no soporto el momento en el que tengo que hablar con un cliente porque me genera ansiedad no saber qué decirle, difícilmente elegiré un trabajo de cara al público.
- Si lo que más me gusta es seguir una metodología y un orden, no creo que elija trabajar en una posición creativa.
Por cierto, si un día te animas (lo dejo caer) me encantaría que respondieras a alguno de mis correos comentando lo que te apetezca. Incluso para decirme si no te ha gustado o si piensas distinto.
No me atrevo todavía con las bombonas de oxigeno para bajar ahí abajo, pero te aseguro que recibir feedback es algo que me viene genial y para lo que además estoy preparada.
Sino esto es un poco como nadar entre tiburones.
Hasta el próximo martes.
Atentamente y sin ánimo de encajar, Andrea 🤓