#2_Indecisión: inseguridad o atributo (Parte I)
Muchas personas sienten que son las únicas con "problemas" para tomar decisiones.
Con "problemas" (y por eso lo he puesto en paréntesis) me refiero al hecho de que les cueste decidir.
Al menos, así lo he visto yo en los procesos de coaching.
Cuando eso ocurre yo suelo preguntar:
- Piensa en una persona que conozcas y que consideres una persona segura
- ¿La has visto dudar alguna vez?
- ¿Sabes si le ha costado tomar decisiones?
- ¿Te sigue pareciendo una persona segura?
Porque cuando observamos desde nuestro prisma lo único que nos viene a la cabeza es: "debería tener las cosas claras".
Y ojo, que algunas personas lo aderezan (creencia limitante) con "y más a mi edad".
Así que hemos llegado a un punto en el que estamos convencidos de que:
- Dudar más de la cuenta solo nos ocurre a nosotros.
- Que a cierta edad hay cosas que deberían estar más definidas.
- Que las personas con seguridad no dudan.
Entrando en el kit de la cuestión, que a eso hemos venido, ¿por qué (a veces) nos cuesta decidir?
🤔 Estas son las razones "paraguas" (principales):
- Miedo a equivocarse: tiene mucho que ver con cómo has aprendido a gestionar la toma de decisiones. Crecer en un entorno en el que decidir es una ocasión para aprender y crecer, hará que puedas sentirte más cómodo teniendo que elegir. Sin embargo, en un entorno en el que la toma de una decisión esta asociada a cometer errores o malas elecciones, hará que te cuestiones mucho más tener que elegir. Creer que una “mala” decisión pueda ser vista como un fracaso, hará que evites tener que tomar decisiones precisamente por miedo a sentirte un fracasado. En consecuencia, vas a tener más tendencia a la indecisión.
- Falta de confianza: podría deberse a una decisión anterior que consideres mala y ahora sientes que no tienes la capacidad para tomar la decisión correcta, o bien, a la relevancia que le das a lo que otros opinen de ti. Esto genera una dificultad a la hora de confiar en ti misma y en tus juicios incluso cuando se trata de simples decisiones como elegir un vestido para salir a cenar o comprar unos zapatos.
- Necesidad de complacer / miedo al rechazo: te preocupa quedar mal con los demás así que tomar una decisión para ti puede significar tener que tomar partido y eso es algo con lo que no te sientes cómoda. Además, la necesidad de complacer no solo tiene que ver con polos opuestos externos, sino también con tener que elegir entre la opción que más te conviene a ti y la opción con la que crees que puedes agradar / satisfacer a otro.
- FOMO (Fear of missing out” / miedo a perderse algo): tomar una decisión implica renunciar, la propia naturaleza de tomar una decisión implica elegir, lo que implica tener la sensación de haber perdido el resto de posibilidades. Teniendo tantas opciones como tenemos actualmente y la sensación de inmediatez en todo lo que hacemos, es lógico sentir interés por experimentar más de una y no querer perderse algo que genera expectativas.
*Existen otras razones relacionadas con patologías que no son a las que voy a referirme en este texto porque esas deben ser tratadas por psicólogos.

Y justamente investigando sobre este tema de la indecisión, de las causas y del efecto que puede tener en cada uno de nosotros descubrí un estudio muy interesante que quiero compartir contigo.
💪 La liberación de una nueva perspectiva:
Entiendo que estamos de acuerdo en que la indecisión sostenida no es buena ¿verdad?.
No por lo que significa, sino por las consecuencias que implica. Reflexionar demasiado no es bueno, no solo por el estrés que conlleva sino porque además, a veces la decisión es mucho más sencilla de lo que nos parece y el bloqueo reside más bien en cómo afrontarla.
Pues resulta que existe un cuestionario que usan los psicólogos llamado “escala de indecisión de Frost” que mide la indecisión de una persona. El paciente valora del 1 al 5 (siendo 5 totalmente de acuerdo) cuatro afirmaciones:
- Intento aplazar la hora de tomar decisiones lo máximo posible.
- Me cuesta planificar mi tiempo libre.
- A menudo me preocupa tomar la decisión equivocada.
- Siempre me cuesta decidirme por asuntos triviales.
A partir de las respuestas, se asocia la incapacidad de decisión con una tendencia al perfeccionismo fundamentada en el temor por decantarse por la peor opción y equivocarse.
El hecho es que esta indecisión, sostenida en el tiempo, puede generar tal nivel de ansiedad en la persona que puede llegar a provocar un alto nivel de frustración por no tener la confianza y seguridad suficiente para asumir la responsabilidad de sus acciones.
Vamos, el típico comentario desacertado del estilo “es súper indecisa, no tiene nada claro”.
Lo interesante viene ahora.
Un estudio publicado en la revisa Personality and Indivudual Differences llevado a cabo por la Universidad Técnica de Dresden (Alemania), reformuló la metodología de la escala de indecisión de Frost para analizar la indecisión desde una perspectiva más positiva. En vez de focalizarse en cuánto le cuesta a una persona decantarse por algo, les preguntaron a los pacientes por los pensamientos y sentimientos que tenían antes de afrontar un juicio más o menos difícil. Teniendo en cuenta si existían sentimientos contradictorios, si estaban muy polarizadas las alternativas o si al tomar la decisión sentían arrepentimiento casi de forma automática.
En vez de escala de indecisión, lo llamaron análisis de una “cualidad de indeciso”. Con esto, las personas con una mayor puntuación no es que se mostraran indecisas, sino que hacían un mejor uso de su juicio para llegar a una conclusión porque eran más capaces de ver todas las aristas a un problema de debían resolver.
Y una de las conclusiones fue precisamente que:
“La clave no está en la determinación, sino en saber sacar el mayor número de argumentos posible y, a partir de ahí, decantarse por una opción”.
Esto que te acaba de ocurrir, ese alivio al sentir que indecisión no necesariamiente es sinónimo de inseguridad y que puede verse desde otras perspectivas menos limitantes y más positivas, es resultado de lo que en PNL (Programación Neurolingüística) llamamos resignificación.
No es lo mismo ni produce el mismo efecto que yo te diga: “eres una persona insegura porque te cuesta mucho tomar decisiones”.
Que el hecho de que yo te diga: “si estás dudando es porque te tomas muy enserio tu vida, tomate un tiempo".
¿Cuál te limita o te potencia más? ¿Cuál de las dos te beneficia más en un momento de toma de decisiones?
No quiero enrollarme mucho más por hoy así que voy a dejarlo aquí.Se supone que la Newsletter tiene que ser algo que puedas leer en esos minutos de camino al trabajo o tomando un café para hacer el break en la ofi.
Así que el jueves recibirás la segunda parte de este capítulo sobre indecisión donde te hablaré de:
🥷 La resignificación como recurso
🛠️ Cómo tomar una decisión
Leer Parte II aquí
Atentamente y sin ánimo de encajar, Andrea 🤓
